Qué son y qué tipos de edredones existen

Qué son y qué tipos de edredones existen

Pocas cosas son más importantes en el día a día que conseguir un descanso profundo a la hora de dormir. La comodidad que ofrece el lecho y sus complementos son parte fundamental para lograr ese sueño reparador que todos merecemos al llegar la noche. En la actualidad, de todos esos elementos utilizados para sentirnos cómodos y arropados, que faciliten el camino hacia el mundo onírico, el edredón se ha posicionado como uno de los favoritos.

No son pocos los motivos por los que un público cada vez más amplio y variado se decide por usar este tipo de textil para vestir sus camas. Fundamentalmente, se elige el edredón por la calidez que aporta con tan poco peso, por lo que ofrece un gran confort durante toda la noche, además permite una gran cantidad de posibilidades estéticas, gracias a sus muchos diseños disponibles. 

relleno nórdico dolz

Cómo es un edredón

Un edredón es el aislante perfecto para las frías noches, logra mantener el calor corporal sin requerir otras mantas. El motivo por el que mantiene estable la temperatura interior, en contacto con el cuerpo, no es otro que su estructura, formada por dos capas de tejido con un relleno en su parte interna. Gracias al pespunte que mantiene en todo su perímetro y en su interior, el relleno siempre se mantiene distribuido a lo largo y ancho de toda su superficie. 

Gramaje

La capacidad de mantener caliente los cuerpos va a depender del gramaje, es decir, de la cantidad de material utilizado para rellenar la prenda por metro cuadrado. A más gramaje, más abrigo. Aunque, a pesar de lo que se pudiera pensar, por muy denso que sea este elemento, nunca llega a ser un peso excesivo para el durmiente, siendo esta una de sus cualidades más sobresalientes, ya que su ligereza será siempre sobresaliente.

Para dormir cómodamente cada persona requerirá un gramaje adaptado a sus necesidades, de modo que no pase un calor excesivo, pero tampoco tenga frío cuando las temperaturas bajan. Por tanto, para elegir bien el gramaje hay que considerar si la persona es friolera o calurosa, además de la temperatura media del dormitorio. Como norma general, lo más habitual es elegir rellenos entre 300 y 400 gr si se suele pasar frío con temperaturas de 12 grados como máximo.

Si se supera esta temperatura, llegando a los 18 grados, lo mejor es que el gramaje se mantenga entre los 200 y los 300gr. Para los veranos, mejor una que no supere los 120 gr.

Tratamientos

Por otro lado, no hay que olvidar que los edredones suelen llevar ciertos tratamientos para repeler todo tipo de ácaros, bacterias e incluso manchas o ser resistentes al fuego, entre otras propiedades. Estas características lo convierten en una prenda textil completamente segura en más de un sentido. 

El relleno

De manera generalizada o de forma estándar, el edredón se rellena de fibras sintéticas, aunque si se prefiere algo natural, los edredones nórdicos se llenan de plumas naturales, como fueron las primeras creaciones. En cualquier caso, en estos días el material sintético utilizado es de gran calidad, la más frecuente es la fibra hueca siliconada de tacto pluma, ya que permite un aislamiento excelente, además de una fácil circulación del aire.

En relación al exterior, lo normal es que se utilice el algodón, ya que es muy traspirable, como es el caso de los nórdicos, aunque en la mayoría del resto de edredones lo que se utilizan son las multifibras, sobre todo el poliéster mezclado con el algodón.

Diseños y estilos

Por último y, como ya se ha comentado brevemente, la variedad de diseños y estilos es enorme, por lo que con toda seguridad el mercado proveerá con el edredón que mejor vaya con los gustos estéticos de sus usuarios. Y es que se trata de un elemento que no solo viste la cama, también aporta elegancia y belleza al conjunto de la habitación. 

En definitiva, para acertar con un edredón, habrá que tener en consideración el gramaje, los tratamientos, el relleno y el diseño. Según estos tres factores, estos que se presentan a continuación son los más comunes y demandados. 

El edredón clásico o Conforter

El más común de los edredones tiene la capacidad de llevar a cabo un encaje perfecto en las esquinas inferiores del lecho. De este modo, el diseño del Conforter logra ocultar el somier completamente, gracias a una caída con un ángulo de 90º. 

Así mismo, para completar su aspecto, los laterales inferiores se abotonan o unen para que parezca un paquete bien envuelto. Por último, cabe señalar que la variedad de diseños es inabarcable, adaptándose a todo tipo de durmientes, niños, adultos, ancianos… 

La colcha edredón

colchas bouti

Como cabe suponer, por su nombre es un textil que mezcla la colcha y el edredón creando algo totalmente nuevo. La división entre una fórmula y otra se concreta en dejar la parte superior al edredón (tejido acolchado y con pespunte), y los lados a la colcha (tejido con cuerpo, pero sin que lleve relleno alguno). Es un recurso para aquellos que gustan del gusto clásico y sobrio, donde la elegancia va de la mano de la sencillez con acabados adamascados. 

El edredón que se ajusta

El ajustable, como su propio nombre induce a pensar, por lo que posee la característica de amoldarse a la perfección al cuerpo de la cama. Este tipo no cuelga para cubrir al somier, se solapa usando el propio colchón a modo de sábana bajera, empleando el mismo sistema de gomillas en las esquinas. 

Suelen ser recurrentes en camas juveniles e infantiles, tipo nido y canapé. En definitiva, se consideran los más apropiados para ofrecer un aspecto joven a la habitación y también para aquellas que tienen pocos metros, pues ofrecen sensación de ligereza. Es, por este motivo, que sus diseños suelen ser más coloridos, con motivos de personajes animados.  

El edredón nórdico, el origen

Toda esta gama de ropa abrigada, cómoda y de diseños tan espectaculares, tiene su cuna en la funda nórdica. El edredón nórdico, por tanto, se compone de dos piezas independientes entre sí que en conjunto conforman esta ropa para la cama tan actual. Se trata, por un lado, del relleno o edredón nórdico en sí, que de forma general se rellena de plumón o plumas naturales, en algunos casos también sintéticas. Por otro lado, la funda, pieza imprescindible a modo de sábana con forma de sobre, abierta por arriba y cosida por los lados y en el bajo. 

Esta peculiaridad permite abrir el abanico de opciones estéticas, ya que se renueva el aspecto de la cama, y de la habitación, solo con cambiar esta última sábana. En su conjunto son más cómodas de colocar que el resto de opciones, ya que no se ajusta a los bordes de la cama, basta con superponerlo sobre el lecho, ofreciendo un aspecto más vaporoso, con más volumen, como flotando.

Este tipo de edredón también es el más variable, permitiendo jugar con más variedad de gramaje y adaptarlo, de este modo, a las temperaturas según la estación del año. 

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